Le llamamos trabajo a toda actividad humana que sirve para producir bienes y suministrarles servicios útiles a las personas.
Los cereales o la fruta, por ejemplo, no los consumimos como los ofrece en su origen la naturaleza, si no que fueron objeto de un trabajo de selección o elaboración previa a su comercialización. Lo mismo se puede decir de gran parte de los minerales, de la madera o de cualquier otro recurso natural.
Trabajar es, para la inmensa mayoría de la población, el único medio para poder satisfacer sus necesidades. Por eso, todas las personas tienen derecho a un trabajo.
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El trabajo es el segundo factor de producción |
En nuestra sociedad, el tipo de trabajo más habitual o extendido es el
trabajo por cuenta ajena, es decir, trabajar en una empresa o en la Administración.
Las personas pueden realizar también un
trabajo autónomo, es decir, trabajar solo para uno mismo sin depender de nadie, como por ejemplo el trabajo que realiza el campesino que cultiva con su familia unas tierras de su propiedad, el artesano o el pequeño comerciante.